Juan Carlos Vasquez

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Alucinación

 

¿Quien es?

No comprendo una

silueta sin voz

en perpetuo vai-ven

 

Formas repetidas,

muecas de baúl.

 

Ya no sano

con esta fantasía

 

La saque del nicho sagrado

en la senda al hospital

 

Pues continua con su

Perecedero intento

de labios con

ponzoña.

 

 

La sombra sostén del jardín

debe tomar una decisión

en mi procura,

porque me ve enclaustrado

a un desconocido secreto

lunar,

con alucinantes señas,

 

y se retira observando desde

la distancia antes de que su

estado se vuelva irremediable,

 

corriendo casi,

dejando a los cerrojos descorridos,

a mis razones sin sus medios,

y quedo extenuado

con mi intención

 

 La sombra sostén del jardín debe

tomar una decisión

en mi procura,

porque divago entre dos mil

cuaresmas donde los caminos

se cruzan,

con la telúrica circunstancia de lo

desconocido,

entre lo real y lo fantástico,

 

 

¿Quien es?

No comprendo una

silueta sin voz

en perpetuo vai-ven,

 

Un deseo

eN LuChA dIsLoCaDa,

muecas de baúl

 

ya no sano

con esta fantasía.

 

 

 

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Terapia Intensiva

 

 

En la ambivalencia de sus criterios, aquella voz regresaba erigiéndose sobre su trastorno motor, que consistía en la imposibilidad por falta de coordinación de movimientos. Arriba las dos mismas grietas y una araña en transito a las ocho de la noche. Aun sentía los aplausos, veía el homenaje en que fue condecorado con honores por el Estado.Tantos trajes, tantos reconocimientos, su casa era un museo, un desfile de personalidades plásticas, pero ahora solo una sonda por una vena a través de la ingle le acariciaba, estirada hasta la aurícula y el ventrículo derecho, todo ello bajo el control radiológico.

 

 Un mes era el momento justo para pensar sobre aquella célula duplicada, sobre la fábula de Adán y Eva. Bernal Crimson había abandonado su pregunta sobre la creación, pero aquel monitor amenazaba y tenia que saber si en un ultimo suspiro su deber era pedir perdón o  maldecir. Algo perverso le había inducido a ello como si su mente no controlara sus funciones nerviosas. Aquella noche estaba desnudo sobre una camilla, quieto, esperando. Hasta que en su débil parpadear sintió que alguien apagaba la luz, entonces la línea verde que imitaba sus pulsaciones le alumbro el rostro, noto una inarmonía preocupante, una arritmia que le causaba muchas punzadas en los brazos.

 

 Todo se fue transformando de a poco en un eco de quejidos, de sobresaltos, ahora era la mitad de un hombre vencido por si mismo fue cuando llego a palpar el sentimiento de su existencia.

 

Despierto no podía con tanto desespero, una  visión borrosa no le dejaba ver el limite de la cama. Entonces se precipito al piso, cuando se cansaba siempre le sucedía eso y tenia aparatosamente que tratar de volver a pararse, pues sentía vergüenza de que un hombre de su corpulencia le tuviese que pedir ayuda a unas enfermeras tan pequeñas y delgadas.

 

 Viciado por los resultados de apreciar quiso internarse aun mas en su investigación, a pesar de creerse invulnerable allí estaba, cada vez creía mas  que se acercaba a un hallazgo. Se estaba convenciendo de que el mundo era solo un sinónimo de nuestro funcionamiento, proyecciones de la conciencia, entonces manipulo sus acres y causo una insuficiencia en el desarrollo del pulmón y del hígado, pero nada paso. Las dos heridas ínter costadas no tenían la abertura suficiente para que su mano pudiera entrar por mas comprobación, pero no contó con que las consecuencias de sus actos provocasen asfixias y mareos. Palidecía a cada segundo cuando su corazón comenzó a latir anormalmente.

 

 Aquel esfuerzo mental y físico le dio muerte a otro tejido del músculo cardiaco, un espasmo del vaso junto a una disminución de aporte de sangre le creo un estado de insuficiencia aguda, eso que sentía era lo mas cercano a la muerte, un error de su propia manipulación, parte de la reacción de un mal calculo.

 

Hasta que alcanzo media hora meditando sobre si debía o no volver al intento aquel, porque estaba retorciéndose como una oruga y sus párpados se corrían involuntariamente, una sudoración proveniente de la cabeza le caía en la cara, la placa cutánea, rojiza, se elevaba sobre el resto de su piel. Luego una espumeante nausea, movimientos desencajados le impulsaron piernas y brazos, la lengua fuera de la boca y los dientes sosteniéndola hasta volver al piso  aparatosamente. Prefirió salir a la calle arrastrándose antes que volver a sumergirse en los relampagueantes medicamentos.

 

 Bernal Crimson podía ver, pero no podía hablar, su mirada se quedo sobre el piso de las aceras y pensó en que no podría amar a nadie mas como la amo a ella, que no podría revivir el horizonte aquel sobre la casita de invierno, ni regresar al pasado para detener el gatillo y salir de todo lo que ahora lo mantenía viviendo en forma artificial. Estaba aprendiendo todo lo que tenia que aprender, que no aprendió en la vida, y movió un dedo de la mano, un dedo del pie. Aunque trato no pudo mover mas, algo le fallaba en el cerebro. Era su ultima oportunidad pero no pudo.

 

 Estaba totalmente hipnotizado por el caos y dada la circunstancia se haría encima por una situación extrema. De momento y ante su inesperado: campanitas, algarabías de una multitud y un parlante diciendo cosas.

 

Silencio, luz del sol, dormitar un poco ante una enorme insatisfacción hasta que varios hombrecillos disfrazados se le aproximaron corriendo. Al sorprenderse con su docilidad solo querían jugar, si se quejaba se reían, recostados unos en otros, por un momento parecieron hechizados.

 

-Esta bonito eso que acabas de hacer-logro decir Bernal

 

   y formaron paredes  con gestos y se hicieron secretos entre si refiriéndose al aspecto de su desnudes. Fue innumerable su tarea de despegarse de una posición fetal, todos le felicitaron aunque no lograse ponerse en pie, luego pensaron que era un verdadero estado de trance mucho mas arduo, pero vieron sangre buscando cauce en el suelo por donde ir hacia el alcantarillado, entonces se arremolino gente alarmada y se escucho la sirena de una ambulancia que a alta velocidad venia aproximándose, una mujer por la ventanilla, con la cabeza afuera gritaba para que todos se apartarán.

 

El grupo Circense se fue dando brincos, palmeándo sus manos. El circo se iría del pueblo pronto, mientras tantos los niños de divertían como nunca en esos atardeceres donde se llenaban todas las funciones. El Payaso Rossi enardecía a los asistentes con sus ocurrencias.

 

 Cuando trasladaron a Bernal de nuevo a la camilla notaron una horrible infeccion. Ya no tenia casi movilidad, se aferraba a una espera vinculado a una apática neutralidad. Ya no sentía como la enfermera lo aseaba. No habian tonalidades en su vision. Ya no sentía dolor, el monitor reflejaba un latir largo y descompasado hasta que solo definió un ya, luego un maldita sea.

 

 La enfermera le grito al doctor. Su rostro enrojecido parecía explotar, llenándose de sangre, y sintió un choque eléctrico que despertó a su mujer convaleciente que estaba a sun lado. Su mente afloro en imágenes, corriendo de la policía, golpeado por Nesti en la fiesta de Leonardo. Suspiraba., Brisa en sus oídos, asustado por un alambre en su sien cada vez mas ajustando que de repente desaparecia.

 

 -Los pacientes que están en estos procesos- acoto el medico- terminan en un ataque cardiaco.

 

 Fue cuando  Bernal sintió un fuerte dolor en el pecho y grito.

 

-Ve enfermera- replico el medico- aprenda de lo que le digo, casi siempre se cumple al pie de la letra.

 

 A lo lejos se escucharon el repicar de las campanas de una iglesia, Bernal pensó en un milagro, pero en esos días en que no creía regresaron y un extraño hombre que salio del espectro de una sombra se le sentó al lado.

 

 -¿Crees que es justo que te salve?-

 

 Bernal hizo un ultimo impulso y de nuevo cayó, el golpe de su cabeza le trajo otro escándalo. Cosas rápidas corriendo por sus lados, los ojos encajándose hacia la nariz luego se le quedaron blancos, en una rotatividad interna donde no lograba divisar nada.

 

-Enfermera disculpe -grito el medico- es que no se da cuenta. Ya el, el ya esta muerto.

 

Inmediatamente vinieron dos hombres y lo subieron a la camilla, la enfermera le puso un ticket en el dedo del pie y lo cubrió con la sabana.

 

Mientras tanto Las funciones del Circo se extendieron unas semana, el espectáculo día a día era un éxito, con el payaso Rossi se deleitaban, pero en la casa de Bernal todo paso a ser fúnebre.

 

 

 

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Juan Carlos Vásquez, Valencia-Venezuela (1972). Tiene Estudios de Publicidad y Administración de Aduanas, como narrador ha publicado un Libro de Relatos Pedazos de Familia Ediciones Estival Maracay-Venezuela 2000. Sus escritos aparecen en Antologias poeticas publicadas en Mexico Chile y España. 

 

Actualmente este finalizando un Cuaderno de Poemas Cansancio de Poesia y un Libro de Relatos Relaciones que trata sobre lo contradictoria y angustiante que resulta la perspectiva humana. Ha vivido en Tampa, FL y New York. Desde el 2005 reside en San Francisco (California)

 

*Trabajos Y Colaboraciones Online

Margen Cero

Noti-sur USA

Al Margen Net

Mundo Cultural Hispano

Borderline Writers

Revista Voces

 

*Menciones y Reconocimientos

 

Escritor Internacional del mes de Marzo 2005 en Notisur-USA por los Relatos Ataques de Lucidez y El Tejado (Desde la Perspectiva de un Gato)

 

Distinciones en los Concursos de Poesía Pro lingüístico y Multimedia Premio Nosside Edición XXI Calabria-Italia año 2005, y en la Edición XXII año 2006.

 

*Asociaciones y Grupos Culturales

Miembro de El Hueco Asociacion Cultural (2001) Miami.

Miembro del Spanic Attack Organizacion Cultural (2004) New York.

 

*Grupos y Listas

 Grupo Buho El Portal del Cuento.

SaneSociety Organizacion Internacional.

Lalupe Literatura Vanguardista.

 

http://juancarlosvasquez.tripod.com/

 

 

 

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